23 de mayo de 2015

Echamos un vistazo a lo nuevo de Eros Ramazotti



Con un exitosa carrera que comenzase allá por la década de 1980, Eros Ramazzotti ha regresado en este 2015 con Perfecto, una colección de canciones que nos proponemos que descubras en este disco. Así es, track by track, la producción de este italiano, que sigue trayéndonos chispazos de buenas ideas pero en el que encontramos un cierto tono repetitivo al que parece haberse abonado ya muchos álbumes atrás.

1. Al fin del mundo. Comenzaba la producción de este Perfecto un medio tiempo más cercano a los ritmos countries que al pop latino al que nos tiene acostumbrado. Eros deja entrever el acostumbrado romanticismo de sus letras y, sin duda, el tema sorprende por la animosidad de las estrofas y la melodía.

2. El tiempo no atiende a razones. Aunque las guitarras eléctricas del inicio puedan hacernos creer que estamos ante un tema roquero y desatado, muy pronto aparecen los sonidos del pop hasta un punto tal que se nos olvida el comienzo algo hard. No obstante es una correcta composición, adornada de instrumentaciones muy recurrentes en Ramazzotti.

3. Perfecto. La canción que da título al disco suena a pop y, sobre todo, suena a Ramazzotti. Se trata de un medio tiempo con un tema muy recurrente en las composiciones del italiano: la pareja que se queda sola cuando todos los amigos se han marchado. Un estribillo pegadizo y algo empalagoso reviste al tema de cierta notoriedad, pero la cosa se queda ahí.

4. Girando. Siguiendo instrumentaciones muy similares a grupos pop italianos de la primera década del 2000 llega este tema. No resulta difícil encontrarle similitudes con ciertas melodías de Celentano en su última etapa.

5. Sueño nº.3. Una más de esas canciones que sabemos que son sólo de Eros Ramazzotti. No hay más que decir sino que parece construida para agrado de sus incontables fans.

6. Flor nacida ayer. El piano inicial y el tono más pausado que en el resto de canciones del disco nos invita a entrar en un canción distinta. Una balada que recupera la iconografía del artista italiano y nos reencuentra con el romanticismo de la canción italiana de siempre, la infalible.

7. Vívela.  El amor y los consejos (a veces no en idéntica proporción) están presentes en muchos de los discos de Eros Ramazzotti. Vívela es un ejemplo de ello. Un medio tiempo bien vestido melódicamente y solvente. Nada más.

8. Aquel verano. El tema nos adentra en lo electrónico de ese Eros Ramazzoti que aparece en muy contadas ocasiones. Luego ese impass se desvanece con guitarras más o menos briosas y el tema se queda, a mi juicio, algo descafeinado.

9. El amor es un modo de vivir. Otra balada con la guitarra acústica y la voz. Una vez más, los temas de antaño de Ramazzoti se encuentran bien presentes, lo que hace que nos preguntemos si realmente no habrá de por medio una crisis creativa importante o que esta producción busca, abiertamente, la gracia de los fans.

10. El viaje. El piano regresa y desde los primeros segundos ya tengo la sensación de con qué voy a encontrarme. Uno ya sabe que va a aparecer la delicada percusión en cualquier momento, cosa que sucede en la segunda estrofa. Desde ahí, la instrumentación crece poco a poco. No obstante, en lo que se refiere a melodía y musicalización, es una de las mejores canciones del trabajo.

11. Celos. Es como si se resistiera a dejar el romanticismo, pero con todo el estribillo es pegadizo y muy armónico. De resto la canción me deja algo indiferente.

12. Una idea especial. Sabíamos que el disco es un homenaje más de Eros al romanticismo. Pero esta canción es má de lo mismo.

13. Feliz Navidad (si tu quieres).  Casi como un villancico, este corte del disco tampoco destaca por su originalidad. Ausencia que llegan cuando más falta hacen, romanticismo a la italiana.

14. Tras veinte años. Ramazzotti suele cerrar sus discos con una canción al piano. ésta vez no es una excepción, lo que confirma mi idea de una continuidad respecto a sus anteriores producciones.

Perfecto no pasará a la historia de la música por ser el mejor disco de Eros Ramazzotti. Es, como sostenía en alguno de los comentarios anteriores, un disco hecho para contentar a sus fans. Nos dará, sin duda, ocasión de verle en concierto cantando las canciones que hace ya muchos años le convirtieron en una estrella imprescindible.

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