Tatiana y Sheila son, antes que grandes artistas, amigas de esta casa. Y quien escribe estas líneas ya había tenido ocasión de verlas sobre un escenario (fue el día en que las conocí personalmente y pudimos charlar con ellas en una entrevista que os trajimos en Conexión Latina). Anoche, gracias a nuestros compañeros de Cadena Dial, a los que mando desde aquí mi más cordial felicitación por apostar por estos Escenarios Dial, tuve ocasión de verlas en un concierto completo y no sólo no decepcionaron, sino que consiguieron que me sintiera orgullos de haberlas visto en escena en un concierto sencillo pero en el que todo encajó a la perfección. Tatishé desplega una buen energía sobre el escenario que casi consigue confundirse con la ilusión y la inocencia de los artistas que empiezan pero la fuerza de sus canciones fue haciendo que se adueñaran del espacio como artistas veteranas.
El concierto transcurrió en una muy buena tónica, comenzaron muy nerviosas, aunque estuviesen entre amigos, entre fans, pero poco a poco fueron haciéndose dueñas y señoras del escenario. Sus canciones sonaron como nunca, vitales, esplendorosas y francamente, no me cansaré de decirlo: el directo es muy bueno.
Este primer disco —exitoso— les ha servido para darse a conocer pero, sin duda en dos o tres años, con más producciones en el mercado, encontraremos que Tatishé han venido para quedarse, para dar mucha guerra en el mundo del pop en español. Y, más tarde o más temprano, comenzará la llamada de Latinoamérica para llevar sus éxitos allí.
Ya con un repertorio más amplio, vamos a poder descubrir a unas Tatishé auguro que más versátiles, con mayor soltura de la que ya de por sí tienen en el escenario. Van por un buen camino, en línea recta.
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