Se me hace muy sencillo hablar de estas grandes canciones que estaba esperando desde hace ya algún tiempo y ahora que hemos podido escuchar con calma el disco, encontramos un cierto gusto amargo, al ver que el señor Juan Gabriel repite una fórmula de éxito —los recopilatorios— que le ha granjeado un gran éxito, pero nos ha dejado con ganas de escuchar nuevas canciones.
Los arreglos suenan francamente bien, las canciones han dejado ser tan orgánicas para vestirse de baladas con abundancia de electrónica que les reviste de modernidad, pero los que somos puristas en esto de la música nos encontramos conque las canciones antiguas suenan mejor, pese a que es incuestionable la calidad de las voces para acompañarle en este nueva aventura.
Es un disco hecho para incondicionales de Juan Gabriel, pero que sin duda apunta más a ganarse nuevos seguidores de los artistas que van apareciendo canción tras canción. Pero, desde luego, Juan Gabriel ha trabajado un disco que suena muy pop, en ocasiones algo monótono y que echa mano de una fórmula exitosa.
Una vez más me tengo que preguntar por la falta de originalidad en la música latina, que parece dormida en una crisis creativa que se prolonga ya demasiado tiempo. Primero nos vinieron los tangos con que Rubén Blades vistió sus grandes éxitos y ahora le toca el turno a Juan Gabriel. Señores, tenemos que hacernos a la idea de que, como público, debemos exigirles producciones con nuevas canciones, porque las compilaciones pueden no ser siempre acertadas (en este caso es que son tantas las canciones y tan buenas que es imposible que no gusten).
Para quienes gusten de compartir esta experiencia con nosotros, os invitamos a que el próximo sábado escuchéis en El disco del año, la producción íntegra, de la primera a la última canción.
Calificación:
2,5/5
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