Hace muchos años que vengo reivindicando que Gilberto Santa Rosa es un excelente bolerista además de un salsero ejemplar, pero si algo le reconozco al artista puertorriqueño es su capacidad para dosificar la sensualidad de su voz en canciones que rezuman intimismo. Y el nuevo disco no es una excepción. Necesito un bolero es un disco de esos que nos reencuentran con un Gilberto que apuesta por el bolero como forma artística en un repertorio amplio, muy bien construido y en el que aparece muy bien acompañado.
Abre la producción un tema a dúo con Marco Antonio Solís que realmente es un ejemplo de la categoría del disco que no ha hecho sino empezar, pero es que ese climax de duetos memorables continúa con Eugenia León, se reinventa con Natalia Lafourcade y se llena de sabor cubano con Lena Burke.
El disco parece obedecer a un deseo personal del artista de volver la vista a una de las cunas del bolero por excelencia: México, ya no sólo por los artistas del país azteca que se dan cita en él, sino por la estructura de las canciones, Eso sí, resultan inequívocamente inconfundibles las orquestaciones, que suenan en todo momento al sonido que Gilberto nos tiene acostumbrados.
Son, por lo general canciones que destilan nostalgias, pero también hablan de un amor ilusionante, de una madurez sentimental que se va haciendo intensa.
Necesito un bolero es un disco para los incondicionales de ese Gilberto que no es salsero pero que igualmente abre la puerta más directa a nuestras emociones y, si bien puede pensarse que no es el mejor disco de una amplísima discografía, sí hay que decir que es un trabajo sensible y muy en la línea de un recopilatorio inmortal que tiene ya unos años y que es igualmente recomendable: Solo Bolero.
Siempre es de aplaudir el regreso de artistas tan completos como Gilberto, con su voz característica y una dosificación excelente de los sonidos orquestales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario