Terral. La crítica de lo nuevo de Pablo Alborán

Hoy se ha presentado Terral, el nuevo y flamante trabajo de Pablo Alborán. En esta ocasión, el artista malagueño vuelve con una colección de canciones que tiene, directamente, el sello de un disco de madurez artística. ¿En qué detalles se nota? En la limpieza de sonido, en el control casi absoluto de las notas y en cómo Pablo consigue captar la atención desde el primer acorde, guiándonos a una iconografía muy personal pero cuyos primeros retazos ya habíamos encontrado en sus discos anteriores.

Terral, que tiene nombre de viento, será también un vendaval en las listas de éxitos a juzgar por el comportamiento que han ido teniendo los singles en las semanas previas al lanzamiento y porque, la verdad, un trabajo de estas características, que aporta frescura al pop, está llamado a situarse en ese olimpo de los discos de este 2014.

La verdad es que cuesta imaginar a un Alborán distinto y con este trabajo encontramos detalles que, con toda seguridad, van a seguir incrementándose en producciones posteriores. Una de esas novedades es el dueto con Ricky Martin. Ya se hablaba de esta colaboración hace meses y la verdad es que no nos ha decepcionado. Las dos voces encajan muy bien pero es el hecho en sí de que el artista español haya abierto las puertas a una dimensión musical inequívocamente latina, alejándose de ritmos más arraigados en España, como si su búsqueda de progreso pasara, inexorablemente, por ese otro lado del Atlántico.

También los sonidos jazzísticos están presentes en Terral pero dosificados con inteligencia, como a pinceladas, como a jirones de viento que van apareciendo, salteados entre los compases de las canciones que lo componen.

Es, sin duda, Pablo Alborán, uno de esos artistas que parecen estar obligados a irse superando disco a disco y éste es una muy buena manera de demostrarlo, con un control férreo sobre la instrumentación y un muy cuidado universo estético que desata a un artista completo, de esos que salen en el omento justo sin recurrir a programas de televisión.