Sixto Rein no es ningún novato en el mundo de la música, aunque Original boy sea su primer trabajo discográfico en solotario, ni canta con vistas a que a sus temas se les acabe poniendo esa etiqueta no siempre justa de 'canciones para el verano'. Más bien habría que decir que estaba esperando su momento para lanzarse con todo a ese océano convulso del electrolatino que se pone más de moda en Europa en que América Latina.
Comienza el disco con Intro, una invitación a sumergirnos en la atmósfera musical de este venezolano y que, desde el principio, es un compendio de electrónicos y ritmos discotequeros que tal vez pueden no atraparte a las primeras de cambio, pero dedícales tiempo en recrearte en la riqueza de los arreglos en el sonido desatado y muy bailable, vas a encontrar unos matices sorprendentes y, sobre todo, la iconografía sonora de un artista que aterriza en la música con un album lleno de propuestas interesantes.
Le queda bien no nos va a resultar nuevo si has escuchado lo nuevo de los también venezolanos Chino y Nacho, pues el tema forma parte de su exitosa producción Radio Universo. La canción continúa la línea sonora que va a acompañarnos en todo el disco.
Perdóname. A caballo entre el electrolatino puro y duro y una especie de reggae electrónico nos llega el tercero de los cortes de este Original Boy. Tal vez la temática no es original del género, pero sí recomiendo que te centres en su soltura ante canciones con este trasfondo rítmico. Una melodía ejecutada sin demasiadas excentricidades y tal vez ahí sea donde reside su magia, ese swing que nos seduce poco a poco.
Con Tiene ganas Sixto Rein incursiona en una bachata sutil que, a buen seguro, debería encontrar versiones mucho menos urbanas en otros artistas con más rodaje en el género. Muy bueno el atrevimiento de lanzarse a esta clase de ritmos y muy destacable la fusión con los ritmos urbanos que posee.
Con una serie de rifs funkies comienza A escondidas y pareciera que iba a seguir en esa tónica pero cuando entra la voz, con un efecto que la transforma del que, creo, se abusa demasiado en el tema, la canción entra en una nueva dinámica, muy bailable, con un despliegue de sensualidad muy latina. Encontrarás que es completamente distinta a los cortes anteriores del disco.
Necesito tu cuerpo confirma los ritmos urbanos que salpican toda la producción, es curioso que desde la canción anterior, el disco entra en un tono mucho más urbano, mucho más oscuro sin poder decir exactamente por qué se da este fenómeno, que es muy perceptible. Eso sí, continúa la tendencia de letras sensuales, que hablan de amor no correspondido.
Yo quiero esa boquita aparece con un ritmo frenético para añadir un poco de luz después de dos temas que no sonaban tan vivos. Un merengue muy bailable y una invitación a bailar sin parar. No esperemos una letra muy trabajada, porque no es un trabajo en general pensado para esa intelectualidad musical que parece reivindicarse de cuando en cuando por el respetable. Original Boy es un disco para bailar, sin más.
Confieso que Me gustas mucho me suena a un digno homenaje a las grandes canciones del género, pero no me termina de convencer lo monótono de la entonación. Sutil mezcla de hip hop con un pop que el oyente percibirá si es asiduo oyente de este género.
Baila conmigo esta noche repite la fórmula que ya hemos podido ver en canciones anteriores, lo que sugiere que hemos encontrado la quintaesencia musical de Sixto Rein, estribillos con pocas notas y arreglos electrónicos muy bien elaborados.
Otra vez rifs de guitarra en Si tú no estás aquí y esta vez la ocasión sí que continúa con acierto en el funky, Sempiterna presencia de cuerdas y mucha menos de electrónica, pero también presente con sonidos difíciles de clasificar.
Aquí estoy para ti tiene el espíritu de las baladas grandes y podría ser una de las mejores composiciones del artista, pero Sixto no parece conformarse con melodías pausadas y poco a poco la percusión va delatando un medio tiempo que no suena tan bailable como el resto de canciones que conforman la producción.
Lo que me gusta es el penúltimo corte del disco y es música electrónica pura y dura, electrolatino en toda su expresión. Recomendable para desmelenarnos cualquier noche o, simplemente, para convocar a esos duendes del buen rollo.
Sin dejar de pensarte cierra Original boy y lo hace con notas pausadas, con música electrónica y una calma que no hemos encontrado en el resto de canciones que conforman esta producción. Sixto Rein no renuncia a los tonos cercanos al hip hop en un tema que tal vez merecía mejor posición en el disco.
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