Poeta y músico. Creador de la Nueva Trova Cubana. Guitarrista. Dibujante y escritor. Y cantautor, sobre todo cantautor, un concepto que no se entendería en español de no ser por Silvio Rodríguez, máximo exponente de la música surgida en Cuba a raíz de la Revolución. Y aunque nunca ha dejado de publicar sus canciones, poco a poco sus álbumes se han ido espaciando en el tiempo hasta convertirse en un acontecimiento singular. Lo es desde luego la publicación de Amoríos, a la venta en mayo, su primer trabajo desde 2010 y el primero también para Sony Music.
Silvio Rodríguez lanza Amoríos, en el próximo mes de mayo, mientras recorre las principales ciudades del país. En San Sebastián vendió 5.500 entradas, para llenar el Velódromo de Anoeta, con varios días de antelación, y su gira sigue por A Coruña, Gijón, Zaragoza, Barcelona, Madrid… Presenta su nuevo álbum, pero también muchos de los clásicos creados en cuatro décadas de carrera, un tesoro que le ha situado entre los mejores compositores cubanos de la historia.
Creador de joyas discográficas como Días y flores (1975), Al final de este viaje (1978), Rabo de nube (1980) o Unicornio (1982), vuelve Silvio con una colección de composiciones creadas entre 1967 y 1980, desde sus inicios hasta aquellos años de plenitud creativa, que salvoÓleo de mujer con sombrero aún no habían visto la luz. Amoríos se convierte así en una reunión de canciones de un tipo muy especial de amor, un amor “distinto pero igualmente imprescindible”, en palabas del propio Silvio, que se refiere al nuevo álbum como un viejo proyecto por fin culminado.
Silvio Rodríguez ha compuesto música y letra de cientos de canciones. Posee una amplia discografía. Ha musicalizado filmes, teleseries y piezas de teatro. Ha recibido numerosos premios y condecoraciones. Y sus canciones han sido traducidas al francés, italiano, alemán, inglés, portugués, guaraní, ruso, chino, japonés, coreano, sueco y catalán. También ha publicado dos libros: Canciones del mar (1996) y Cancionero (2008).
Su carrera le ha hecho acreedor de abundantes distinciones. En 1985 le fue otorgado el Premio Luigi Tenco (San Remo, Italia). Unesco lo nombró en 1997 Artista por la Paz. En 2004 recibió el Premio Nacional de Música, y dos años más tarde, el Premio Latino por toda una vida, de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música de España. Entre 2007 y 2011 recibió el título de Honoris Causa de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima (Perú), de la Veracruzana de Xalapa (México) y de la Nacional de Córdoba (Argentina).
Ahora que publica Amoríos, Silvio Rodríguez recorre España por primera vez en nueve años. Lo hace con el acompañamiento del Trío Tovarroco (Rachid López, César Bacaró y Mikel Elizarde) y del cuarteto de jazz que lo arropó en la grabación del Amoríos: la flautista y clarinetista Niurka González, el contrabajo Jorge Reyes, el pianista Jorge Aragón, el batería Oliver Valdés y el vibráfono Emilio Vega.
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