La cantante, que se define como “una mujer potente e incansable ligada a la denuncia y a la lucha por los derechos humanos, en especial los de las mujeres”, confiesa que ha pasado todo el mes de julio conociendo Synergie, proyecto al que tiene pensado dedicar un documental y una canción para apoyarlo y darlo a conocer.
En El Congo, la violencia sexual ejercida contra mujeres y niñas se ha convertido en un arma de guerra para silenciar a la población civil. Se cifran alrededor de 40 violaciones diarias. Frente a esta situación, en 2012 nace SAFECO, una red formada por varias asociaciones locales dirigidas por mujeres que luchan juntas contra esta lacra. La organización tiene como objetivo fortalecer las capacidades individuales para, conjuntamente, trabajar en el desarrollo de los derechos humanos de todos los ciudadanos de la sociedad congoleña, especialmente los de las mujeres, los discapacitados, los indígenas, sus tierras y sus comunidades.
Amparo Sánchez demuestra que, además, ya ha planeado completamente su viaje junto a su compañera de profesión. Al aterrizar en la ciudad, los miembros de Synergie les recibirían “cantando a la esperanza”, convivirían “como hermanas”, y “en todos los ojos” verían “el reflejo de sus alegrías y sus penas”. “A la vuelta, escribiríamos canciones y estarían nuestros corazones plenos de luz por la experiencia,viajando juntas por causas por las que merece la pena unirse”, afirma. Pero además, no ha elegido cualquier compañía, pues confiesa que admira profundamente a la cantante Martirio, una de las máximas exponentes de la música española, que ha sabido fusionar géneros tan distintos como la copla, el flamenco, el bolero, el jazz, el tango, el rock o el pop.
Amparo Sánchez (Alcalá la Real, Jaén, 1969), comienza en la música con tan solo 16 años en la ciudad de Granada, adonde se traslada con su familia a los dos años. Más tarde, llega a Madrid, donde aparece en la escena musical en 1996 con el proyecto Amparanoia, que la convirtió en una de las pioneras en la música fusión.
Amparo Sánchez ha llegado a editar ocho álbumes y a realizar giras por toda Europa y Latinoamérica. Su música ha sido merecedora de varios premios, como el de Mejor grupo Europeo en la BBC Music Awards (2005), Mejor Artista Internacional en Cuba Disco (2009) y Premio Meridiana 2016 por su libro La niña y el Lobo —editado en 2014—, donde relata su vivencia como víctima de violencia machista, que sufrió desde los 15 hasta los 24 años.
Ya en 2008, la gira Bye Bye Tour, que recorrió escenarios de varios países, despidió el proyecto de Amparanoia, tras el cual Amparo Sánchez lanzaba su carrera en solitario con el álbum Tucson-Habana, “un proyecto íntimo y muy personal”, al que siguió Alma de Cantaora en 2012 y Espíritu del Solen 2014. Ahora, además del documental y la canción dedicadas al proyecto congoleño, confiesa que tiene una sorpresa para el año 2017, aunque habrá que esperar, pues la cantante no desvela nada más.
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