15 de diciembre de 2016

México homenajea al padre del mambo, Dámaso Pérez Prado



SUENA CUBANO.

El mambo es uno de los ritmos de la música popular surgido en Cuba en la primera mitad del siglo XX. Su creador, Dámaso Pérez Prado, dedicó su vida a contagiar a todo el mundo con la cadencia y fuerza distintiva del mambo.

México fue uno de los países donde más se arraigó este estilo musical y precisamente la prensa de ese país ha dedicado espacios a exaltar y recordar al músico cubano, reconocido como Rey del Mambo, cuando el 11 de diciembre se cumplieron 100 años de su natalicio. Medios como Excélsior, La Jornada o El Siglo de Torreón publicaron materiales especiales dedicados a Pérez Prado.

Varias curiosidades biográficas del Rey del Mambo permiten valorarlo como uno de los artistas más relevantes internacionalmente de la historia de la música cubana:

Durante los primeros cuatro años de la década de los 50 el músico conquistó la radio y el cine mexicanos con el singular sonido de su mambo. “Con tan sólo un año de instalado en la capital del país, en 1949, Pérez Prado lanzó su primera placa: un disco de 78 revoluciones que de un lado tenía el tema “¡Qué rico mambo!” y por el otro “Mambo No. 5”, ambas canciones fueron la semilla de la mambomanía, fenómeno que le abriría las puertas a la internacionalización”, comenta una reseña publicada por Excélsior.

La irrupción de este género fue arrolladora y sorpresiva, principalmente en la Ciudad de México, que vivía el auge de la modernidad, lo que promovió el gusto por el género.

Con la mambomanía en su punto más alto, Pérez Prado se adentró en el mundo del cine, donde su sonido quedaría inmortalizado, ya sea como arreglista, músico, intérprete, director de orquesta y actor en más de un centenar de películas. En un periodo de 1949-50 a 1953, Pérez Prado participó en medio centenar de películas como Coqueta, Perdida, Aventurera, Pobre corazón, entre muchas otras.

Su incursión en el cine también llegó a Europa, pues Federico Fellini decidió darle una oportunidad al sonido del cubano en la cinta La Dulce Vida, protagonizada por Marcello Mastroianni y Anita Ekberg. El cineasta utilizó el tema “Patricia” en varios segmentos de la película.

A principios de los 80's confesó a la Televisión Mexicana que nada lo hacía más feliz que la gente bailara y cantara sus mambos, “porque finalmente, es un placer sencillo”. Este género musical también causó furor en Estados Unidos, Perú, Venezuela y en varios países de Europa.

Inmortalizado por su obra, Dámaso Pérez Prado marca un hito en el panorama sonoro mundial, su mambo llega hasta nuestros días y, a cien años de su natalicio, aún son muchos los que siguen bailando y disfrutando sus composiciones.

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