EL MUNDO.
Perales, que ha compuesto la música junto a su hijo Pablo, señala que "ha sido una sorpresa y un reto el encargo de Manuel, pues es algo que hasta ahora no había hecho nunca... Mi relación con el mundo del cine se había limitado a autorizar la sincronización de alguna de mis canciones ya grabadas para su utilización en una película, algo muy diferente a escribir una canción en función de un guion, lo que me ha resultado apasionante".
En general, dice el músico, "cuando escribo yo soy el guionista y pongo música a una historia pensada para ser interpretada por mí, escribo sobre personajes y situaciones inspirados por la propia realidad de la sociedad que me rodea. En esta ocasión todo eso ya estaba escrito en el guion, pero había que vestirlo con música".
En definitiva, apunta "las canciones hablan de la aventura de vivir del ser humano. Sus dudas miserias, contradicciones, alegrías o tristeza. La soledad, el amor, el desamor, los sueños si también la picaresca utilizada a veces en beneficio propio y dejando víctimas en el camino, y todo ello formando parte de ese gran teatro que es el mundo".
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