
Por FERNANDO J. LUMBRERAS.
Con el sampleo inicial de Los Cuatro Puntos que nos lleva a la particular dimensión musical de Quiero Club comienza este Somos, un disco que ahonda en muchas vertientes de la naturaleza sonora desde una perspectiva que más bien podríamos calificar de caleidoscópica. Somos es, precisamente eso, una acertada visión de un grupo poderoso, con un recorrido tan diverso como enriquecido, disco tras disco, por los aportes que sus integrantes han ido recogiendo.
Cuando uno, como crítico musical, se encuentra con un grupo de 11 años de recorrido y ve que en su currículo hay temas que son emblemáticos en el panorama musical mexicano como lo fue No coke, no tiene por menos que acercarse a esta producción sabiendo, de antemano, que va a encontrarse con un repertorio cuidado y muy ecléctico.
Somos es un disco en el que Quiero club demuestra muchas cosas: un muy buen manejo de los tempos, de la electrónica, de las voces... nos dejan ver que cantar en otros idiomas (inglés) no supone un obstáculo, sino un nuevo enfoque para una banda intrépida, gustosa de los proyectos arriesgados pero en los que se aprecia el disfrute.
Letras muy urbanas, sonidos que navegan entre el underground y la electrónica algo claroscura conforman un disco en el que podemos sacar el pero de que no hay un hilo conductor claro, como en producciones de otros artistas del género, pero es que aquí encontramos una razonable justificación: Es, como antes afirmaba, un repaso por 11 años de carrera. 11 años en los que sus artistas han madurado tanto en lo personal como en lo artístico. 11 años de buscar la renovación disco tras disco, 11 años de viajes y conciertos, de conocer personas que han ido dejando su impronta en este sonido que muchas veces tiene un cierto regusto ochentero, aunque ahora lo llamen vintage.
Casi podría decir que es música para escuchar a media luz, entre los neones de la noche y la ciudad despiadada. Así se conforma un disco por demás, muy recomendable para los amantes del género que ya puede encontrarse en la mayoría de plataformas digitales del mundo. Un disco que no está hecho para oídos jóvenes, sino para quienes han ido descubriendo con tiempo y experiencia, sonidos poco convencionales. Un público —en resumen— exigente y electromelómano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario